Antes de que te des cuenta, las vacaciones de invierno estarán aquí. Si estás planeando una aventura en familia, los siguientes consejos y trucos te ayudarán a llevarla a cabo como un profesional, ¡incluso con un pequeño viajero a cuestas!
1. Elige los horarios de vuelo sabiamente. No empieces las vacaciones con un niño inquieto en tu regazo. La mejor manera de mantener un viaje tranquilo es optar por un horario en el que es más probable que tu hijo esté dormido. Reserva un vuelo que coincida con la hora de la siesta o, para distancias más largas, considera tomar un vuelo nocturno. ¡Funciona de maravilla!
2. Planea con antelación para empacar menos. La mayoría de las compañías de alquiler de coches pueden proporcionar una silla de auto junto con tu vehículo. Y cada vez más hoteles pueden organizar alquileres de cochecitos durante tu estancia, así que asegúrate de preguntar al reservar tu habitación. ¡Imagina lo agradable que sería dejar algunos de esos objetos más grandes en casa!
3. Lleva snacks saludables. Empaca bocadillos para comer sobre la marcha y evita los excesos de jugo llevando suficiente agua. Además, evita la comida del aeropuerto; no solo es demasiado cara, sino que también es más probable que esté muy procesada y llena de azúcar. Comer de manera saludable y seguir un horario ayudará a mantener todo en equilibrio.
4. Vístete para el éxito. Elige ropa cómoda tanto para ti como para tu bebé, para que puedas descansar durante los vuelos.
5. Viaja con estilo. Si tu hijo ya es lo suficientemente grande como para tener su propia mochila, déjale que la lleve. Esto fomenta la independencia y evita que se aleje corriendo.
6. Déjanos entretenerte. Los niños aburridos son niños inquietos, así que lleva contigo actividades tranquilas pero interactivas que mantendrán a tus hijos ocupados durante el viaje. Un maletín portátil lleno de suministros de arte (crayones, lápices de colores, cinta, papel, pegatinas) los mantendrá entretenidos. Y, los dispositivos electrónicos son un salvavidas.
7. Prepárate para ir al baño. ¿Tu pequeño acaba de dejar los pañales? ¡Qué suerte! Y como recompensa, visitarás cada baño público y cada aseo de avión desde aquí hasta casa de la abuela. Pero un asiento de inodoro portátil es fácil de llevar y proporciona una capa limpia y confiable entre tu hijo y el resto del mundo.
8. Lleva tu propia cama. Aunque un pack-n-play portátil no es la cosa más fácil de transportar, valdrá la pena cuando llegues a tu destino. Si te alojas en un hotel, puedes averiguar si tienen uno disponible.
9. No olvides el monitor de bebé. A menudo se pasan por alto al empacar, pero cuando estás abajo disfrutando de una copa de vino con la familia mientras tu hijo está durmiendo, te alegrarás de haberlo llevado contigo.
10. Empaca un kit de salud para viajar. Tener un bebé enfermo cuando estás lejos de casa no es divertido para nadie, pero estar preparado puede ayudarte a reducir el estrés. Puedes armar tu propio kit con un aspirador nasal, termómetro digital, jeringa para medicina, cortaúñas, tarjeta de información de emergencia, y Tylenol y/o Motrin.
11. Lleva artículos de tocador para viajar. Menos es más al empacar artículos de tocador para bebés. Las toallitas son geniales para retoques de viaje, y los lavados de dos en uno y sin enjuague ayudan a simplificar las cosas. Busca kits de viaje con versiones mini de tus productos favoritos.
