Viajar con diabetes requiere una mayor preparación debido a la situación médica especial. Un kit de viaje para diabéticos asegura que tengas todos los suministros necesarios para abordar cualquier problema médico que pueda surgir mientras estés fuera de casa. La duración del viaje afecta la cantidad de suministros que debes empacar en el kit. Incluso los viajes cortos justifican la inclusión de un kit de viaje para diabetes. Empacar demasiados suministros es una situación mucho mejor que quedarte corto.
Paso 1
Pide a tu médico una carta que describa tu condición médica, tratamiento regular y posibles complicaciones para llevar contigo en el viaje. Solicita una receta para cualquier medicamento que tomes en caso de que necesites una reposición mientras estés fuera de la ciudad.
Paso 2
Empaca tu medidor de glucosa y tiras reactivas. Lleva tiras de prueba adicionales y baterías por si alguna de ellas se agota mientras estés fuera de casa.
Paso 3
Añade tu insulina al kit de diabetes, junto con jeringas y cualquier otro suministrante asociado. Empaca la insulina de manera que no se exponga a temperaturas extremas, utilizando paquetes de frío si es necesario. Evita los paquetes de hielo, ya que podrían hacer que la insulina esté demasiado fría y disminuir su eficacia.
Paso 4
Incluye cualquier medicamento recetado que tomes debido a la diabetes. Empaca los medicamentos de venta libre necesarios que ayuden a mantener bajo control los efectos secundarios de la diabetes.
Paso 5
Añade refrigerios para mantener tus niveles de azúcar en sangre lo más estables posible. Lleva tabletas de glucosa, caramelos duros u otras fuentes de azúcar en caso de que tus niveles de glucosa en sangre bajen demasiado.
Paso 6
Empaca tu identificación y otros documentos que te identifiquen como diabético. Mantén esta información cerca de la carta del médico.