Los sábados, el supermercado está lleno. Ese es el día en que hago la mayoría de mis compras, y aunque frecuentemente me pregunto si debería cambiar mi día de compras, siempre vuelvo a los sábados.
Probablemente porque los sábados, los niños pueden quedarse en casa con papá, o si todos quieren venir, hay un par de manos extra, lo cual siempre es bueno cuando se hace la compra.
El fin de semana pasado, escuché a una joven adolescente decir a sus padres: “¡Es como el Black Friday para las compras de comestibles aquí!” No pude evitar pensar en lo rápido que se acercarán las fiestas. Cada año tengo grandes planes para hacer muchas compras navideñas con anticipación, pero lograrlo es algo completamente diferente.
De vez en cuando, cuando estoy comprando, me gusta elegir un nuevo ingrediente para probar. Mantiene las cosas interesantes. Puede sonar tonto, pero para mí, probar nuevos ingredientes es una forma divertida de darle un toque diferente a una rutina bastante normal. Esta vez me encontré con harina de coco. Era la primera vez que la veía, y antes de la semana pasada, ni siquiera sabía que existía.
Al abrir el paquete de harina de coco, fui inmediatamente envolvida por un encantador aroma dulce. El olor del coco por sí solo ya es una motivación para sacar los recipientes y hornear. Estuve tentada a dejar un bol con la harina afuera solo para poder olerlo cada vez que pasaba por la cocina.
Una semana antes, recibí un paquete de muestra de Sweet Leaf Sweet Drops para probar. He estado disfrutando probar los diferentes sabores en todo, desde chocolate en mi café hasta crema de vainilla y avellana en barras de granola caseras. Mi primer encuentro con una planta de stevia fue en el jardín de mi cuñado hace dos veranos. Creciendo entre las verduras y hierbas, arranqué una hoja de la planta de stevia y la probé en mi lengua. Era dulce y divina. Mi esposo sugirió que las gotas de limón de Sweet Leaf serían una combinación perfecta con la harina de coco, y sabía que tenía razón.
Cuando el clima se vuelve frío afuera, pienso en acurrucarme junto al fuego con una taza de té en la mano. Esta época del año es agradable tener algunos dulces pequeños y ligeros para ofrecer a los amigos que visitan. Las galletas de coco y limón son justo eso. Pequeños bocados esponjosos de delicia que seguramente dejarán una sonrisa en tu rostro.
¡Espero que las disfruten!
Receta de Galletas de Coco y Limón
Ingredientes
- 7 cucharadas de Earth Balance, suavizado
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 taza de azúcar
- 1/3 de taza de leche de soja con vainilla
- 12 gotas de Lemon-Drop Sweet Leaf Sweet Drops
- ½ taza de harina de coco
- 2/3 de taza de harina de trigo
- ½ cucharadita de polvo de hornear
- ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
- ¼ cucharadita de sal
Instrucciones
Precalentar el horno a 350°F.
En un tazón mediano, agregar la harina de coco, la harina de trigo, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la sal. Tamizar los ingredientes secos mezclando suavemente.
En un tazón grande, batir la Earth Balance, el aceite de oliva y el azúcar juntos hasta que estén suaves y esponjosos, aproximadamente 2 minutos. Agregar la leche de soja y las gotas de limón y batir hasta que se incorporen.
Agregar los ingredientes secos al tazón grande y mezclar hasta que estén combinados.
Con una cuchara sopera redonda, formar bolas con la masa y colocar sobre una bandeja para hornear, dejando aproximadamente 5 cm de separación entre ellas.
Hornear durante aproximadamente 10 minutos.
Rinde: 22–24 galletas.
Para imprimir, enviar por correo electrónico o mensaje de texto la receta, haz clic aquí.
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Con amor y gratitud,
Wendy Irene
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Divulgación: Recibí una muestra gratuita de Sweet Leaf Sweet Drops.
