No hay nada más dulce que ver a tu hijo con su nuevo cachorro. ¿Verdad? Bueno, muchos nuevos dueños de cachorros dirían lo contrario. Es divertido durante los primeros 5 minutos y luego ¡comienza la LOCURA! Corriendo, persiguiendo, mordisqueando… y no estoy hablando del perro. Enseñar a tu hijo a no pegarle o acosar al perro de la familia NO es una tarea fácil, lo entiendo.
Sin embargo, establecer la relación correcta entre un niño y la mascota familiar es clave. Si los cachorros son maltratados al principio por demasiados niños, comienzan a aprender a protegerse del “monstruo infantil” que insiste en acariciarlos, pincharlos y acercarse a ellos. Las mamás pueden rápidamente acostumbrarse a repetir “no molestes al perro” o “sé amable con el cachorro” una y otra vez. La mayoría de los padres saben cuándo su hijo está emocionado con su nuevo cachorro, pero se sienten instintivamente preocupados por los potenciales peligros que pueden surgir si los niños se emocionan demasiado jugando de la manera incorrecta con el cachorro. Esta ansiedad no expresada deja a muchas mamás sintiéndose impotentes.
Durante años, he ayudado a mis clients a encontrar soluciones para proteger al cachorro y crear un proyecto divertido para los niños. Organizarse para integrar al nuevo perro de la familia es realmente la clave para empoderar a todos, ¡incluyéndote a ti!
Prueba un enfoque diferente al de repetir y molestar a tus hijos. Anima a un proyecto de reglas para el perro y haz que tu hijo cree SUS PROPIAS reglas. Sí, con un poco de psicología inversa y orientación de tu parte, este proyecto y su mensaje tendrán un gran impacto. Estos consejos son ideales para niños de 5 a 8 años.
Aquí tienes algunos de mis Consejos Rápidos Paws For A Minute™: Crea un Ritual de Reglas para Perros
Pide a tus hijos que te ayuden a crear las reglas para el perro de la familia. Haz de esto un evento formal divertido y un asunto familiar.
Consejos para mamás:
1. Sirve helado y hazlo un premio.
2. Escribe las reglas que creen juntos.
3. Deja que tu hijo elija su color favorito de marcador para decorar la página de reglas.
4. Enmarca las reglas junto con una foto de tu hijo y el perro y colócala en un lugar destacado de la cocina. Hacer que tu hijo participe en la creación de las reglas del perro lo empodera en el proceso. Se convierte en una experiencia positiva en lugar de negativa. También permite que tu hijo vea al perro como un miembro de la familia, no como un juguete. Por supuesto, seguirás teniendo que jugar de árbitro, ¡pero será más fácil referirse a las reglas que tu propio hijo creó!
