Cuando se trata de vestirse para el trabajo, cada impresión cuenta. Una encuesta de Careerbuilder sugiere que, efectivamente, un libro se juzga por su portada en lo que respecta al vestir profesionalmente. La forma en que eliges vestirte para trabajar juega un papel significativo en conseguir un empleo, ser notado, obtener una promoción y alcanzar el éxito profesional. Tu ropa y la manera en que te vistes reflejan tu actitud hacia tu trabajo. En muchos lugares de trabajo e industrias, debes prestar atención a tu apariencia y cómo te presentas, para que tu trabajo sea tomado en serio. Este artículo ofrece consejos sobre cómo vestirse para el trabajo.
Paso 1
Observa cómo se visten los demás en tu equipo o en tu línea de trabajo. Presta atención al código de vestimenta de tu organización. Algunas industrias y organizaciones enfatizan un código de vestimenta más formal que otras. En algunas profesiones, la tendencia puede inclinarse hacia lo informal o casual de negocios. Tu primera tarea es determinar a qué categoría pertenece tu lugar de trabajo, tomando nota de cómo se visten otros profesionales exitosos en la industria. Toma nota de cómo estos profesionales se visten en ferias de empleo, conferencias o en fotos que aparecen junto a reportajes, entrevistas y perfiles en revistas. Es una buena idea mantener tu atuendo en el mismo nivel o ligeramente mejor que el de tus compañeros, tal vez pareciéndose al de tu supervisor inmediato.
Paso 2
Invierte en un guardarropa que te ayude a integrarte mientras resalta tu personalidad. Utiliza los consejos del paso anterior como guía para seleccionar tu vestuario, pero dedica tiempo, esfuerzo y reflexión para adaptarlo a tus gustos. Elige ropa que sea del tamaño adecuado, en colores y estilos que se adapten a tu personalidad y que sean apropiados para tu lugar de trabajo o la naturaleza de tu empleo. Si trabajas en ventas y necesitas viajar mucho durante el día, reunirte con clientes y hacer presentaciones, tu atuendo debe ser cómodo y profesional. Si trabajas en una oficina trasera, manejas hardware o realizas mucho trabajo físico, elige ropa más duradera. Mantén tu guardarropa actualizado añadiendo algunas prendas básicas cada temporada, como un par de pantalones, una falda, algunas blusas y suéteres. Siempre ten en cuenta la naturaleza del negocio y el tipo de organización para la que trabajas al abastecer tu guardarropa. Si se trata de una empresa más tradicional, vístete en consecuencia. Opta por camisas llamativas, tonos pasteles, rayas, colores neutros, camisas de botones con cuello, blusas con escote en V y zapatos oscuros si tu organización es más tradicional. Si tu lugar de trabajo favorece un atuendo más moderno, puedes ser más creativo. Sin embargo, asegúrate de que tu ropa sea de buen gusto y profesional, sin importar el código de vestimenta.
Paso 3
Actualiza tu guardarropa con accesorios. Esto incluye bufandas, cinturones, joyería elegante, zapatos, carteras, abrigos y chaquetas que combinen con tu ropa y personalidad. Al accesorizar, recuerda que los accesorios deben realzar tu personalidad de manera sutil y no atraer demasiada atención por sí mismos. Un collar sencillo, un broche o pendiente, una pulsera y reloj elegantes, pendientes de perno y pinzas para el cabello son algunos accesorios básicos que puedes utilizar con cualquier tipo de atuendo. Elige tus accesorios con cuidado. Puede ser mejor dejar atrás los pendientes largos y colgantes, cinturones llamativos u otra joyería distractora, a menos que se integren con el entorno de tu trabajo y tu rol. Los accesorios también te ayudan a combinar y mezclar atuendos, creando diferentes looks con una colección básica.
Paso 4
Presta atención a los detalles. Asegúrate de que tu ropa esté limpia y libre de arrugas. Zapatos pulidos, uñas bien cuidadas (o en el caso de los hombres, una barba o bigote bien recortados si lo usas), cabello peinado son todos pequeños pero significativos detalles que pueden hacer o deshacer tu apariencia. Usa maquillaje mínimo o opta por un look natural. Cubre los tatuajes visibles siempre que sea posible. Elimina hilos sueltos, pelusas y manchas de tu ropa. Tu guardarropa profesional no tiene que costar una fortuna, ni deberías tener que dedicar mucho tiempo a vestirte para trabajar. Vestirse de manera profesional se trata de mantenerlo simple y de buen gusto.
Paso 5
Experimenta con tendencias, estilos y colores que te hagan lucir y sentir bien, mientras te adhieres al código de vestimenta de tu organización. Vestirse para el trabajo no solo se trata de cómo te ven los demás, sino también de cuán cómodo y seguro te sientes.
Paso 6
Cuando tengas dudas, opta por lo que te parezca más seguro. Incluso si tienes libertad para vestirte para el trabajo, podría ser una buena idea inclinarse hacia lo conservador en algunas ocasiones. Por ejemplo, puede que tu organización no imponga reglas que prohíban faldas cortas, telas transparentes y vestidos de escote bajo. Sin embargo, si tu intuición te dice que esas opciones pueden no ser apropiadas para tu lugar de trabajo, probablemente no lo sean. Recuerda que la forma en que te vistes para el trabajo juega un papel crucial en cómo se te percibe como profesional. Así que antes de elegir qué ponerte para trabajar, pregúntate, ¿cómo te gustaría que te describiera un compañero o supervisor? ¿Sugiere tu elección de atuendo laboral ese adjetivo?
Paso 7
Prepárate para diferentes situaciones laborales. Si tu trabajo implica reuniones frecuentes e imprevistas con clientes, presentaciones o viajes, mantén un abrigo o blazer que puedas usar, o un traje que puedas cambiarte en la oficina. Si tienes que salir rápidamente a una reunión, regresar a la oficina y luego dirigirte a una fiesta de cócteles en la oficina más tarde esa noche, podrías elegir una falda u otro atuendo que puedas accessorizar adecuadamente antes de la fiesta, o llevar un conjunto adicional de ropa para la noche.