¿Cuánto tiempo y a qué temperatura debes hornear una lasaña congelada?

Mamás Modernas
Por Mamás Modernas
3 Lectura mínima

La lasaña congelada es una excelente opción de comida que se puede calentar fácilmente en un apuro cuando no tienes tiempo para preparar una comida complicada para tu familia. La lasaña es un plato satisfactorio, perfecto para comer tanto en el almuerzo como en la cena. Preparada con ingredientes en su máxima frescura y sabor antes de congelar, la lasaña congelada es una comida conveniente y rápida que se puede almacenar en su empaque original durante hasta 6 meses. La lasaña recién preparada en casa, que es fácil de hacer con ingredientes simples, también se puede congelar y almacenar durante el mismo tiempo, siempre que esté debidamente envuelta y contenida.

Tiempo de Horneado

La lasaña congelada comprada en tiendas se puede hornear tal como está, directamente del congelador, en un horno precalentado. Las instrucciones del paquete indicarán cuánto tiempo debe hornearse la lasaña, pero como regla general, toma alrededor de 90 minutos hornear una lasaña congelada de tamaño promedio. Durante la primera parte del tiempo de horneado, la lasaña se cocinará con su cubierta de plástico aún puesta, con ventilaciones hechas en ella. En la segunda parte del tiempo de horneado, deberás retirar la cubierta de plástico para asegurar que el queso se caramelice.

Temperatura de Horneado

La lasaña comprada en tiendas indicará la temperatura adecuada en el empaque, pero como regla general, la lasaña que se lleva directamente del congelador al horno necesitará hornearse entre 190 y 200 grados Celsius.

La lasaña recién preparada que se congela para ser consumida más tarde necesitará descongelarse primero antes de hornearse. Aunque la lasaña congelada comprada en tiendas está hecha para llevarla directamente del congelador al horno, la lasaña fresca necesita descongelarse antes de ser cocinada.

Tamaño de Porción

Si puedes dividir tu lasaña en porciones más pequeñas, esto reducirá el tiempo de horneado. Las lasañas en porciones más pequeñas se pueden cocinar en un plato de cristal para hornear o en el microondas en una fracción del tiempo que tomaría hornear una lasaña de tamaño completo.

Congelando Porciones de Lasaña

La lasaña no consumida que ha sido previamente congelada debe ser re-futada en su empaque original, pero alternativamente, se puede cortar en porciones individuales y almacenar en recipientes para congelar que estén bien cerrados, eliminando tanto aire como sea posible. Almacenar piezas individuales en bolsas para congelar es otra buena opción, ya que es mucho más fácil quitar el aire de ellas, manteniendo la humedad afuera.

¿Necesitas otro gran plato? ¡Mira el video a continuación!


Compartir este artículo
Deja un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *