Consejos Útiles para Viajar con un Niño Pequeño

Mamás Modernas
Por Mamás Modernas
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Viajar con niños a veces puede sentirse como llevar un circo ambulante. Estar atrapado en un avión con extraños y un niño pequeño es un ejercicio de resistencia, les diré. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden facilitar el viaje.

1. Contacta a tu hotel. Reserva una habitación alejada de la piscina y de las máquinas de vending y hielo para reducir el ruido. Por lo general, un hotel puede acomodarte si llamas con anticipación. Las piscinas suelen ser lugares de encuentro nocturnos, y aunque tengan una vista bonita, puede que no sean agradables a las dos de la mañana cuando estás intentando mantener a tu hijo dormido.

2. Mantén la rutina. Las horas de dormir probablemente se alterarán en el camino. Vuelos tardíos, oportunidades de siesta perdidas y niños enérgicos por las largas horas de viaje pueden afectar tus rutinas normales. Mantén la misma rutina de dormir que tiene tu hijo. Si tu rutina incluye un baño y un cuento antes de dormir, asegúrate de llevar los suministros a los que tu hijo está acostumbrado. Las antologías de cuentos para dormir son excelentes libros de viaje para trayectos largos y hay muchas disponibles. Investigaciones muestran que los niños con rutinas de dormir consistentes duermen mejor.

3. Reduce el tamaño de tu silla alta. Los fabricantes ahora crean sillas altas convenientes, empaquetables, ligeras y portátiles. ¡Aprovéchalas! Son fáciles de meter en una maleta o maletero para viajar y se ajustan a casi cualquier mesa que encuentres en el camino, incluso mesas de picnic.

4. Empaca artículos de confort. Si estás en un viaje por carretera, intenta llevar almohadas para toda la familia. Si no puedes traer tus propias almohadas cómodas, tal vez quieras empacar las fundas de almohada de los niños si tienes espacio. Artículos de confort, como mantas especiales, peluches o una funda de almohada familiar, ayudan a aliviar la sensación de estar lejos de casa.

5. Baja el termostato. La investigación dice que la temperatura ideal de la habitación está entre sesenta y sesenta y siete grados Fahrenheit; cualquier temperatura más alta y podrías notar que tanto tú como tu hijo dormirán de forma más inquieta.

6. Empaca muchas bolsas y bolsas pequeñas. Desde llevar bocadillos hasta zapatos embarrados, ropa sucia y tesoros de playa, solo créeme: usarás las bolsas que empacas. Lleva todas las tamaños. Y si te encuentras en un hotel que proporciona gorros de ducha, ¡aprovéchalos! Son perfectos para empacar zapatos embarrados al final de un viaje, organizar bolsas y bocadillos, y proteger los electrónicos de la ropa sucia en tu maleta.

7. Escucha ruido blanco. Piensa en el sonido que hace un ventilador: eso es ruido blanco. Conecta tu celular y reproduce ruido blanco toda la noche para ayudar a que toda la familia duerma bien. YouTube, SoundCloud, iTunes y Spotify son buenas fuentes de ruido blanco. Compra tu pista favorita y reprodúcela en bucle durante toda la noche para un sonido de fondo relajante que tranquilizará a toda la familia.

8. Pon el entrenamiento para ir al baño en pausa. Si tu hijo está en medio del entrenamiento para ir al baño, déjale saltar una semana. Sé que algunos considerarían esto un mal consejo, pero realmente está bien. Es mejor tirar un pañal después de un accidente que enfrentar un desastre en medio de un avión lleno de gente. Simplemente llámales “los calzoncillos de viaje”. Tu hijo retomará el entrenamiento cuando regreses a casa y use su ropa interior de “niño grande”.

9. Limita el tiempo de pantalla. Los iPads cuando se viaja son como niñeras ambulantes. La mejor parte es que puedes llenarlos con excelentes aplicaciones educativas para mantener ocupado a tu niño pequeño durante los largos vuelos y viajes en automóvil. Pero ten cuidado: si no limitas el tiempo de pantalla antes de dormir, podría ser más difícil para ellos quedarse dormidos, ya que la luz azul que emana de tu dispositivo puede interrumpir los ritmos circadianos.

10. Empaca una bolsa de actividades y bocadillos. Los niños se aburren rápidamente de las tabletas. Empaca un diario con lápices de colores, una cámara desechable, bocadillos sin azúcar como galletas y cubos de queso, y una bolsa de plástico de un galón para los tesoros que encuentren. Revelar las fotos de su cámara desechable siempre es un regalo después de regresar del viaje. Incluso puedes hacerles un libro de fotos de su viaje. Siempre es interesante ver las cosas desde su punto de vista. Habrá muchas fotos de insectos, créeme.

Viajar con niños puede ser un desafío, pero si estás preparado, los recuerdos que crearás con tu pequeña familia se vuelven invaluables. Si he aprendido algo de mis aventuras con mis hijos, es que la paciencia es lo número uno que debo empacar conmigo… ¡y bastante de ella! El resto es solo la cereza del pastel. Disfruta del viaje, amigos.

Biografía del autor: Madre de dos, Hilary Thompson es escritora freelance especializada en salud y bienestar, que ha sido presentada en publicaciones como Reader’s Digest, BestLife y Today. Su enfoque está en problemas de sueño familiar, salud de adultos mayores y trastornos del sueño, pero le gusta escribir sobre una variedad de temas que van desde el estado físico hasta la dinámica familiar. Sus veranos están llenos de grandes aventuras, siempre con su pequeña familia a cuestas.

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