Es una cuestión de oferta y demanda: cuanto más crece tu familia, más comida necesitas. En el mundo actual, con los precios de los alimentos en constante aumento, puede ser difícil mantener la mesa llena, especialmente si tienes un presupuesto ajustado. Al gestionar la forma en que compras y cocinas, aprenderás que alimentar a una familia numerosa no es tan complicado como parece; la clave está en ser un comprador inteligente y aprovechar todas las oportunidades que encuentres para ahorrar en tu presupuesto de alimentos.
Observa las ofertas en supermercados. Compra suficiente carne, aves, cereales y productos básicos para tres semanas de comida a la vez. Los anuncios de tiendas de comestibles generalmente tienen una rotación de tres semanas; por ejemplo, el pollo sin hueso estará a mitad de precio durante la primera y la cuarta semana del mes. Al comprar solo cuando un artículo está en oferta, puedes ahorrar más del 50 por ciento en los productos que siempre compras.
Fecha corta. Pregunta en el departamento de carne de tus tiendas locales cuándo marcan los productos de “fecha corta”. Usualmente tienen un horario establecido en el que tienen que completar las rebajas; muchas veces encontrarás grandes descuentos en cortes premium que quizás no podrías permitirte normalmente.
Corta cupones. Las noticias del domingo generalmente tienen cientos de dólares en cupones en insertos especiales; el truco es recortar solo los cupones de artículos que ya usas. Un cupón de $2 utilizado en un artículo de $6 que no está normalmente en tu lista significará un gasto adicional de $4, en lugar de un ahorro. Para los artículos que sí usas, intenta combinar un cupón con una oferta de la tienda para obtener ahorros adicionales.
Comida rápida casera. Limita los alimentos preparados y las comidas para llevar para ver un ahorro inmediato en tu presupuesto de alimentos. Para una familia numerosa, esto puede ser vital; por ejemplo, considera hacer palomitas de maíz en una olla en lugar de comprar palomitas de microondas empaquetadas. Las comidas rápidas “ayudantes” pueden parecer una buena oferta, pero cuando comparas el coste de los ingredientes individuales, rápidamente te darás cuenta del verdadero costo.
Escribe un menú semanal o mensual. Esto te permitirá revisar lo que hay en tu despensa, refrigerador y congelador, para que puedas planificar tus comidas de acuerdo con tu presupuesto; también encontrarás más fácil servir comidas balanceadas sin repetir recetas.
Prepárate para comprar en cantidad si encuentras una buena oferta. A menudo, un supermercado tendrá productos que están siendo descontinuados y podrás aprovechar el precio siendo flexible con tu lista de compras. Anota las cosas que vas consumiendo para evitar viajes adicionales a la tienda por ingredientes olvidados.