Hay muchas razones prácticas para adoptar un estilo de vida ecológico. No solo puedes ayudar a proteger el medio ambiente de la Tierra, sino que también puedes contribuir a la conservación de energía. Ser ecológico es también una decisión económica sensata. Al construir una casa ecológica, puedes mejorar la calidad del aire interior que respiras, así como ahorrar dinero en las inversiones verdes que realices. Además, hay créditos fiscales disponibles que pueden ayudar a cubrir los costos de hacer tu hogar más ecológico.
Paso 1
Diseña tu hogar para maximizar el uso de luz natural. Instala tragaluces en el lado de la casa expuesto al sol durante gran parte del día. Reduce los costos de electricidad instalando tragaluces en las habitaciones que utilizas con mayor frecuencia. Mantener tus ventanas limpias también permite que entre más luz solar.
Paso 2
Utiliza madera certificada por el Consejo de Administración Forestal (FSC). El logo del FSC garantiza que la madera proviene de una empresa que practica altos estándares de silvicultura y opera de manera responsable, protegiendo los bosques del mundo de prácticas de tala que pueden destruir el medio ambiente.
Paso 3
Construye áreas exteriores con madera de cedro. El cedro es duradero y naturalmente resistente a los daños causados por insectos, por lo que no es necesario comprar madera tratada con productos químicos nocivos. Emplea pinturas y tintes naturales en lugar de productos tradicionales a base de petróleo. Pueden costar más, pero son más saludables para usar, ya que las casas modernas, correctamente aisladas y selladas, dificultan la circulación de aire fresco.
Paso 4
Utiliza fuentes de energía renovable y no contaminante para suministrar a tu hogar tanto calefacción como electricidad. Hay varios tipos de sistemas solares de calefacción disponibles que recopilan la energía térmica del sol y la convierten en electricidad (ver Recursos). O usa una turbina eólica residencial para complementar la energía suministrada por una compañía eléctrica. Las turbinas eólicas funcionan recolectando energía del viento y convirtiéndola en electricidad.
Paso 5
Aísla bien tu hogar para reducir los costos de energía. La espuma aislante es uno de los productos de aislamiento más ecológicos que puedes usar para conservar el calor; es un recurso renovable y respetuoso con el medio ambiente. Puedes usarla para aislar cavidades en las paredes y techos, y para sellar áreas pequeñas.
Paso 6
Instala un termostato programable para ahorrar en tu factura de calefacción. Según el Departamento de Energía de EE. UU., los estudios muestran que puedes ahorrar energía bajando la temperatura de calefacción de tu hogar en ciertos momentos del día y/o de la noche.
Paso 7
Instala un calentador de agua sin tanque a demanda. Los calentadores de agua sin tanque calientan el agua directamente según sea necesario, lo que ayuda a minimizar y conservar el uso de agua. Aunque un calentador de agua sin tanque es más caro de instalar, utiliza solo la mitad de energía que un calentador de agua convencional.
Paso 8
Selecciona alternativas de baja presión y bajo flujo para las cabezas de ducha y los inodoros para reducir el consumo de agua y los costos de energía. Muchas empresas ahora ofrecen productos que pueden ahorrar hasta un 40 por ciento del consumo total de agua.
