¿Quieres aprender a organizar tu vida y deshacerte del desorden? No estás solo, según Lorie Marrero, organizadora profesional certificada y autora de “The Clutter Diet.” De muchas maneras, organizar tu vida y eliminar el desorden es como perder peso, una teoría a la que Marrero se adhiere y demuestra. Organizarse requiere un programa de prevención (no traer más desorden ni asumir demasiadas responsabilidades), reducción (deshacerse del exceso de desorden y obligaciones innecesarias) y mantenimiento regular (repetir periódicamente los dos primeros pasos para evitar que el desorden se vuelva abrumador).
Paso 1
Deja de agregar desorden a tu vida. Esto significa que debes dejar de comprar por impulso y dejar de asumir nuevas responsabilidades. No tienes que decir que sí a todo. Recuerda lo que les dices a tus hijos: lo quieres, pero no lo necesitas. Mientras estés en el proceso de organizarte, no debes obtener ni comprar nada más de lo que realmente necesitas.
Paso 2
Prioriza tu entorno. El desorden llena los espacios porque tú lo permites. Limpiar el desorden, como la ropa vieja que ocupa espacio en el armario, los zapatos desgastados escondidos bajo los abrigos o las cajas de cosas que fueron al garaje a morir, no es suficiente. Tienes que priorizar cada área para saber qué va donde: objetos comunes al alcance y objetos que se usan una vez cada tanto guardados en un armario.
Paso 3
Cambia tus propios hábitos. Organizar tu vida es más que simplemente limpiar. Se trata de mantenerla limpia. Es más fácil organizarse sobre una base limpia y ordenada. Preparar una comida rápida cuando puedes alcanzar todo y todo está en su lugar es mucho más fácil que buscar en una docena de armarios un colador porque nunca se guarda en el lugar correcto. Debes no solo despejar el desorden, sino también gestionar tus elecciones en adelante para evitar que el desorden regrese.
Paso 4
Déjalo mejor de lo que lo encontraste. En pocas palabras, si entras a la cocina para hacer la cena, limpia los platos que están en el fregadero y lávalos cuando termines. Haz que sea una regla para todos en la casa hacer lo mismo. Sí, es más fácil decirlo que hacerlo, pero es un hábito que toma tiempo desarrollar. Enfatiza constantemente la necesidad de dejar todo mejor. No dejes ropa sucia en el suelo; no esperes a trasladar la ropa del lavadero al armario. Organiza el armario por color, por temporada o por tipo de prenda, pero siempre cuelga la ropa en el orden que desees. Déjalo mejor de lo que lo encontraste para que cuando vuelvas a buscar algo, sepas exactamente dónde está.
Paso 5
Aprende a decir que no. La palabra “no” es difícil de decir para las mamás, a pesar de cuántas veces puedan decirla a sus hijos. Aprender a decir “no” a tus hijos, tu esposo, tus amigos, tu familia, la escuela de tu hijo y tus vecinos cuando te sientes abrumada es un paso clave hacia la organización de tu vida. Con demasiada frecuencia, las mamás asumen más de lo que pueden manejar porque hay mucho por hacer. Lo que se descuida es la mamá misma y, por extensión, su hogar. Al aprender a decir que no, controlas qué tareas asumes y reduces las posibilidades de abrumarte.
