A medida que se acerca el verano, es probable que te sientas ansiosa por escapar de las confines de tu vida diaria y emprender unas vacaciones. No tienes que poner en pausa tus planes de viaje solo porque estés embarazada. Las mujeres embarazadas pueden y viajan de manera segura, pero deben planificar más para adaptarse a su condición delicada. Antes de que emprendas el camino, el mar o incluso el aire este verano, considera tus necesidades especiales como futura mamá.
Sigue las indicaciones de tu médico
Nadie conoce tu embarazo mejor que tu médico. No mantengas en secreto tus planes de viaje. Habla con tu médico exactamente sobre lo que planeas hacer y cuándo lo harás. Pídele consejos adaptados a tu embarazo en particular. Él revisará tus registros contigo y te informará sobre lo que necesitas tener en cuenta mientras te preparas para tu escapada.
Limita el tiempo sentada
La trombosis venosa profunda (TVP) es una condición potencialmente mortal que a menudo se produce al estar sentada durante períodos prolongados. Si bien cualquier persona puede sufrir esta complicación por coágulos sanguíneos, las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo que los viajeros normales, según informa el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG). Para reducir tu riesgo de TVP, no te sientes por más de cuatro horas mientras viajas. Esto significa que debes resistir la tentación de dejarte caer en tu asiento de avión y relajarte hasta la llegada. En su lugar, muévete un poco por la cabina durante tu viaje.
Toma nota de hospitales cercanos
Mientras que es probable que planees que tu pequeño se mantenga seguro en el “horno” durante la duración de tu viaje, podría tener otras ideas. Al planificar tu viaje, recopila información sobre hospitales cercanos. Aunque probablemente no necesitarás visitar estas instalaciones médicas durante tu viaje, si tu bebé decide llegar antes de lo esperado, te alegrarás de haber pasado tiempo recolectando la información.
Comer con precaución
Si tus viajes de verano te llevan a tierras exóticas, es probable que estés ansiosa por probar la cocina local. Si bien la comida puede parecer tentadora, hacerlo puede llevar a diarréea y enfermedades. Si te enfermas, el bebé también siente sus efectos. Para reducir tu riesgo de contraer una enfermedad transmitida por alimentos o tener una reacción negativa a un ingrediente que tu estómago no conoce, deberías evitar los alimentos exóticos durante el embarazo. Si tus planes de viaje de verano incluyen cruzar la frontera, lleva contigo mantequilla de maní y jalea o comida enlatada para picar durante tu excursión.