El verano está llegando a su fin, ¡pero aún hay tiempo para una divertida escapada de fin de semana con tu familia!
Decidimos planear un viaje especial a Coronado, un encantador pueblo turístico en una península conectada al continente de San Diego. Había oído sobre él, pero nunca había visitado la isla, así que todos estábamos emocionados por la nueva experiencia.
Después de lidiar con el tráfico de Los Ángeles durante unas horas, llegamos al puente (conocido como Silver Strand) que nos lleva a Coronado. Te sientes instantáneamente como si fueras transportado a otro mundo.
Con sus hermosas costas, barcos, playas de arena que brillan (un gran favorito entre los niños), tiendas y restaurantes, este pueblo isleño se convirtió rápidamente en el favorito de la familia.
Nos hospedamos en el Loews Coronado Bay. Este hotel está alejado de los caminos transitados, rodeado de impresionantes vistas al océano y hermosas playas de arena.
El personal del hotel fue increíblemente acogedor y servicial. Las piscinas eran muy familiares, con diferentes actividades a lo largo del día, incluyendo concursos de hula hoop, tatuajes de henna, ping pong y juegos de ajedrez y Conecta Cuatro de tamaño gigante.
Vimos una “película en la piscina” mientras cenábamos tarde. El pueblo está a solo cuatro millas si deseas el bullicio de una pequeña ciudad, pero la playa está a solo unos minutos a pie del hotel.
La Playa Estatal Silver Strand está nombrada como una de las 10 mejores playas del mundo, y con buena razón. Puedes caminar durante millas, buscar dólares de arena, hacer bodyboard, surf, esquí acuático o andar en bicicleta. Y si por alguna razón este idílico entorno playero no proporciona suficiente estimulación, ¡las atracciones de San Diego están muy cerca!
¡Definitivamente es un destino que hay que visitar!