Las mascotas tienen una habilidad innata para vivir en el presente y mantenerse en el ahora, al igual que los niños. A medida que crecemos, en algún momento perdemos el contacto con esa capacidad natural. En lugar de seguir ese camino, ¿qué pasaría si pudiéramos influir en nuestros hijos para que se mantuvieran presentes, teniendo un impacto profundo en su felicidad a lo largo de la vida?
¿Cómo podemos enseñar a nuestros hijos a vivir en el ahora?
En lugar de presionarlos acerca del futuro, podemos optar por hablar con nuestros hijos sobre el presente. Podemos hacer una pausa y reflexionar sobre cuán a menudo nuestras conversaciones con ellos se centran en el ahora. Cuando nos preocupamos por el futuro, transmitimos esa ansiedad a nuestros hijos. Fomentemos el vivir en este momento.
Como padres, queremos que nuestros hijos sean felices. Cuando somos felices, todo a nuestro alrededor cambia. La vida es hermosa. Se presentan más posibilidades. Las personas se sienten atraídas por nuestra positividad.
Aunque nuestros hijos deben ser conscientes de cómo las decisiones pueden afectar el futuro y de la importancia de tomar buenas decisiones ahora, no necesitamos centrarnos en el futuro.
Tanto los niños como las mascotas piensan en el ahora. ¿Qué quiero en este momento? ¿Qué necesito de la vida ahora y cómo puedo lograrlo? Hazte las mismas preguntas.
¿Qué es lo que necesitas para prosperar ahora? ¿Es amor, ser escuchado, soledad o tiempo para crear?
¿Puedes ser más flexible en tu rutina diaria para acomodar las necesidades de tu corazón ahora?
